24 may 2008

Ecos

Ella estaba allí.
El sabía que ella estaba allí.
¿Pero dónde?

-¿Hay vida después de ti?- Se preguntó.
No hubo respuesta.
Sólo latidos.
-¿Me recuerdas?- Aventuró esta vez.
Nuevamente el suave repiqueteo de un corazón.
-Muéstrate ante mí- Ordenó.
Y nada.
-Por favor-
Arrepintiéndose.

Y sonaron otra vez.